NEOFOBIA ALIMENTARIA
11:41 a. m.
NEOFOBIA ALIMENTARIA
NEOFOBIA ALIMENTARIA
La investigación ha revelado que los niños entre 8 y 16 años que desarrollaron neofobia alimentaria cuando eran pequeños, entre los 2 y los 5 años, tenían unos índices bajos de calidad respecto a la dieta principalmente por la falta de frutas y verduras en su alimentación, y una mayor presencia de alimentos que se deberían consumir ocasionalmente. Aún así, esto no suponía una diferencia en cuanto a la composición corporal, lo que se puede deber a que "se proporcionaron suplementos nutricionales en un momento dado que sirvieron como complementarios alimenticios", según ha explicado la investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco y autora del estudio, Edurne Maiz En cuanto a la ansiedad, los participantes que habían padecido neofobia presentaban unos niveles mayores durante la infancia y la adolescencia respecto a los niños a los que les gustaba probar nuevos alimentos, un fenómeno conocido como neofilia. La autoestima también era más baja, especialmente en la adolescencia y en torno a la familia y al físico. La investigación se llevó a cabo con la participación de 831 niños escolarizados entre los 8 y los 16 años, a los que se realizó un cuestionario sobre su gusto por probar nuevas comidas, su composición corporal, su alimentación, la frecuencia con la que practicaban ejercicio, la dieta de sus padres y otras variables como la autoestima y la ansiedad.
LA ALIMENTACIÓN DE LOS PADRES INFLUYE
Los padres son los que controlan qué y cuánto comen sus hijos y, en muchas ocasiones, aplican la misma dieta que ellos consumen. La presión por que el hijo coma los alimentos que ellos han elegido puede derivar en una frustración que influye en el estado emocional del menor y que puede aumentar el nivel de neofobia alimentaria. El estudio ha revelado que los padres de niños con neofobia tienden a controlar menos la comida que los padres de niños con neofilia alimentaria. Según Maiz, se ha demostrado que "los padres básicamente controlan y estimulan mucho pero, cuando llega el momento, se rinden porque el sufrimiento parental está muy presente". Para que la hora de la comida no sea un mal rato, Maiz ha recomendado que los padres "sean pacientes, para que los casos de neofobia en niños pequeños no se agraven" y que se cree un ambiente relajado a la hora de comer. Además, es aconsejable que los niños participen durante la preparación de la comida y a la hora de hacer la compra, de forma que reciban refuerzos positivos y estén más dispuestos a introducir alimentos nuevos en su dieta.
¿Qué es
la Neofobia alimentaria?
Los niños con neofobia alimentaria, es decir, que tienen miedo a robar
nuevos alimentos, presentan una dieta de peor calidad, una mayor ansiedad y
menos autoestima durante las etapas posteriores, según un estudio de la
Universidad del País Vasco.
Según se puede deducir, la Neofobia en un
sentido general, es el miedo a las cosas nuevas, pero una de las formas más comunes en
que la Neofobia se puede manifestar es como un temor a alimentos nuevos o diferentes, a los que no está uno acostumbrado, siendo los niños los
principales pacientes afectados en padecerla.
Normalmente las situaciones y cosas
nuevas generan un cierto estrés para todas las personas. Sin embargo, esto no
se considera patológico, pero esta situación pudiera llegar a convertirse en
algo disfuncional que incide negativamente en la vida del individuo cuando al
introducir nuevos cambios, estos generen tanto malestar que provoquen la
evasión total del evento y produzcan desde el punto de vista físico y emocional
la ruptura de lo que se considera un patrón normal de comportamiento.
Toda
persona en algún momento de su vida, tiene que someterse al cambio, incluso por
los propios ciclos evolutivos, biológicos, sociales y emocionales; y enfrentarlos no es una opción, sino una
necesidad. Por ejemplo, el miedo a probar nuevos alimentos impide una sana
nutrición, el miedo a la escuela hay que superarlo para lograr el desarrollo
cognitivo, y así cada nueva situación es una oportunidad para el desarrollo del
individuo, por ello aunque se trate de una fobia que pudiera pasar
desapercibida teniendo una vida en un ambiente controlado, es una fobia que no
debe ser desestimada, si ella representa incomodidad y necesidad de cambio para
el paciente.
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